Kellie Roman era voluntaria en su refugio local y tenía una lista de perros que necesitaban pasear. Se dirigió a agarrar al siguiente perro y no podía creer lo que veía. Estaba Margo, el pitbull más gordito que jamás había visto.
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Margo fue recogida como una callejera y llevada al refugio con un peso de 120 libras. Necesitaría perder casi la mitad de su peso corporal para estar en un lugar saludable. Fue todo un desafío y Roman decidió que ella sería quien ayudaría a Margo a afrontarlo.
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Roman trajo a Margo a casa y comenzó a criarla a través de One Love Arizona. Una vez que se instaló todo, fue cuando comenzó oficialmente el viaje de pérdida de peso.
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“Margo está muy bien”, dijo Roman. “Es una perrita completamente diferente, llena de energía y le encanta salir a caminar y jugar a la pelota. Ella también se enamoró de mi perro, Barry, y les encanta jugar juntos”.
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El peso objetivo de Margo era 65 libras y actualmente pesa 63. Superó por completo su objetivo y se recuperó lo suficiente como para correr, jugar y simplemente ser un perro, y por eso, Margo está claramente muy agradecida.